viernes, 16 de abril de 2010

Caos. Escena 1

Introducción
Esta historia jamas ha sucedido pero tranquilamente podría algún día convertirse en realidad si se dieran las condiciones necesarias tal y como es el mundo en la actualidad, lleno de productos, utensilios y aparatos movidos todos ellos por corriente eléctrica, y que sin ellos la vida nos resultaría complicada o por lo menos DIFERENTE......

El personaje
Juan Pérez fundó una imprenta hace 15 años y se ha ido adaptando a las nuevas tecnologías, sabiendo renovarse y adaptarse en cada momento, y en la actualidad el máximo negocio de su empresa radica hacer álbunes de fotos digitales que le envía la gente por Internet y que distribuye por todo el país.
A sus 38 años se mantiene en forma gracias a un pequeño gimnasio que se montó en su puesto de trabajo, en una pequeña habitación al lado de las megaimpresoras que tiene, y ...entre pedido y pedido puede permitirse correr en la cinta y hacer unas pocas de pesas en el banco sueco.
Su máximo hobbie no es el deporte, lo practica simplemente para para poder llevarse a su casa a alguna joven treintañera a la que logra conquistar con su galantería y sus preciosos bíceps; su entretenimiento favorito son las nuevas tecnologías y colecciona aparatos que a cada segundo quedan obsoletos por material más moderno, que es más rápido, de más capacidad y funciones, con un diseño más ergonómico y con cientos y cientos de ventajas con respecto a modelos anteriores. Sus amigos le dicen que tiene una cierta obsesión por tener el último modelo en todo lo relacionado con la informática y la electrónica y hasta se está planteando vender parte de la empresa para poder costearse una maravillosa "casa del futuro" donde todo está automatizado.

Despertar
Cada mañana, Juan sintoniza dos despertadores para no quedarse dormido, ya que una de sus características es ser un gran dormilón, al que es fácil que se le queden las sábanas pegadas, y no es extraño verlo llegar sin desayunar a la oficina por haberse hecho el remolón; aquella mañana era diferente, estaba mas activado de lo normal y se levantó de un salto nada más escuchar el despertador de su reloj.
Le resultó extraño no escuchar la melodía de RNE avisando a sus escuchantes de que eran las 8 de la mañana, ya que su radio digital, conectada y sincronizada en hora con esta amisora estaba apagada, y su primer pensamiento fue que se había ido la luz de su casa.
Miró por la ventana y vio que allí tampoco había luz en las farolas y los semáforos ni tan siquiera parpadeaban, y una densa niebla empezaba a dejar escaparse algún rayo de sol de aquella mañana de primavera.
Se acercó a la cocina y se odió al tener que tomarse frío su Colacao y tener que acercarse a la ventana para localizar las galletas, y es que este era el inicio de una odisea.....


1 comentarios:

Fernanda Mirón Parra dijo...

Ya me enganche, jejejeje Espero que sigas, no como los cuentos que intentamos inventar en el coche en Semana Santa!! Te quiero mucho

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